¿Quién está en lo cierto y quién equivocado?
El enigmático título de este escrito para la revista de la Semana Santa tiene la intención de despertar entre los lectores la curiosidad por saber cómo se tratan algunos asuntos en el Cabildo y el deseo de informarte para que seas tú quien responda la pregunta, sin influencias de ningún tipo. Sí puedo decirte que, antes de ponerme a escribir he recabado y contrastado informaciones para asegurarme de lo que aquí digo, con la única intención de mejorar nuestra Semana Santa, las relaciones entre todos y frenar el deterioro, la desgana y la pérdida de la imprescindible ilusión. Para ello voy a exponer una serie de cuestiones que pueden ser de interés:
• En primer lugar hay que decir que se echa en falta debate, diálogo constructivo y contraste de opiniones. Como ha sido normal en los casi 40 años que conozco los plenos del Cabido. Con buenos modales, compañerismo y buen humor, y sin perder firmeza a la hora de defender cada uno su opinión. Siempre con educación y la mente y oídos dispuestos para atender los planteamientos de cualquier compañero, independientemente de que no se estuviera inicialmente de acuerdo con ellos. Sin ninguna imposición apriorística de criterios, ni fijación de posiciones intransigentes.
• Sobre la realización de un museo de la Semana Santa todos podemos estar de acuerdo, pero tengo la impresión, por las informaciones que tengo, que es muy necesario profundizar en el estudio del tema. No es suficiente con que sea viable realizar las obras de adecuación de la sede del Cabildo. Es imprescindible tener a disposición del museo objetos de interés para ser expuestos; la idea de hacer reproducciones no creo que sea buena, además de que tendrán un costo importante. Debe conocerse cuánto le costará al Cabildo mantener abierto el museo y qué compromiso se adquiere.
• Respecto al vídeo presentado el año pasado, que según se dijo estaba pendiente de terminar, creo que es necesario que sea visionado y analizado por personas independientes que no hayan participado en la elaboración. Con ello se podrían aportar ideas para mejorarlo, más todavía si se tiene en cuenta que estuvo bajo secreto hasta para los presidentes de las Hermandades. Para su consideración, si se cree oportuno, aporto algunas ideas:
- Equilibrar la presencia de imágenes y locuciones, para que la participación de cada una de las Hermandades sea más equitativa.
- Quitar el coche que cruza entre los tronos.
- Rebajar excesivos personalismos.
- Reducir la presencia de la recogida del Viernes Santo, cuando es algo secundario.
- Simbolizar la apertura de la Semana Santa en la puerta de la iglesia de Santiago y no en una persiana que se asocia más a una tienda, taller o fábrica.
• Sobre la elección del Nazareno de Honor es conveniente replantearse si la forma de hacerlo es suficientemente objetiva. Entre los componentes de la comisión que lo eligen pueden estar presentes personas que proponen candidatos, en ocasiones hasta dos de una misma Hermandad, cuando de otras no hay nadie que pueda defender su propuesta.
• En cuanto a los asuntos económicos hay que recordar que si tenemos procesiones es porque tenemos Hermandades y Cofradías, no porque estemos organizados en el Cabildo. Y quien hace frente a todos los gastos corrientes e inversiones son ellas mismas. Esta cuestión debe ser suficiente para que les llegue parte de las posibles subvenciones.
No tengo dudas de que algunas personas no estarán de acuerdo con lo escrito, incluso lo encuentro lógico, alguno dirá que no es cierto lo que digo, que no se aporta nada, que todo se hace mejor, etc. No es importante. Como mínimo reflexionará después de haberlo leído, y lo que sí es importante es tú opinión y la aptitud de los presidentes que nos representan, una vez valoren y analicen lo aquí expuesto.
Roque Murcia Crespo